El hablar con franqueza es una
actitud que no todos poseen, y esto es porque muchas veces el hablar siendo
honesto y expresar lo que uno siente puede ser sinónimo de conflicto, sobre
todo cuando la persona receptora no tiene un criterio de auto-crítica y solo
escucha para responder sin analizar lo que se le está manifestando; puedes decirle infinidad de cosas positivas
sin tener ninguna respuesta pero en el momento que expreses algo donde le hagas
una crítica a una acción que realizó, se enfocará en ese punto y muy
seguramente se molestará contigo.
La desventaja de ser franco es
que te dejara muy pocas personas como amigos ya que la mayoría se alejara de ti
porque les incomodara tu forma de ser. La ventaja es que los pocos que se
queden contigo serán amigos reales, esos que te aceptaran como eres, que no te
pedirán que cambies y aunque a veces les moleste que les digas sus áreas de
oportunidad, entienden que no lo haces con mala intención y buscaran mejorar
las actitudes que les mencionaste.
Considero que no se puede ir por
la vida siendo franco con todos, ya que no cualquiera tomará tu opinión
objetivamente, la franqueza debe ser aplicada en todo momento con la gente que
te importa, a la que aprecias, aquella que sabrá entender lo que le expresas.
Sin embargo, se debe tener tacto y cautela al revelar una opinión, y quizá esto
sea lo más complicado de lograr ya que cuando lo haces subjetivamente puedes no
tener las palabras correctas, sobre todo, cuando el sentimiento es de molestia
o decepción.
La franqueza en el trabajo es un
tema delicado ¿Cuántos de nosotros no tenemos tantas cosas por decirle a
nuestro jefe y no lo hacemos por miedo al despido? O incluso con los mismos
compañeros de trabajo cuando lo que están haciendo no es lo mejor para la empresa,
pero no decimos nada porque nos llevamos bien con ellos y finalmente no afecta
tu operación. Una de las máximas que llevo conmigo desde hace años es que “ninguna
persona puede estar por encima de los intereses de la compañía” y que difícil
es decirle a un compañero que lo que hace o como lo hace no es lo más benéfico
para la organización, sin que tengas como resultado el que te deje de hablar o
se moleste contigo por sentir que criticas su trabajo.
Hay una frase que se le
adjudica a Ernesto Guevara, aunque referencias históricas afirman que el que
primero que la utilizó fue Emiliano Zapata y cita: “Prefiero morir de pie, que
vivir por siempre de rodillas” y tal vez consideres que no tiene nada que ver
con la franqueza, pero metafóricamente expresa que la franqueza te da libertad
y tranquilidad, no tienes que vivir adulando a la gente para que sean tus
amigos, o para obtener algún beneficio de alguna persona; es bueno declarar a
tus amigos que los aprecias pero si están haciendo algo que te lastima, lo
tienes que exponer y no tener miedo a perder una amistad por decir algo que te
incomoda.
En conclusión, te insto a ser franco,
aunque en ocasiones sea incómodo para los demás, pero siempre con respeto,
pensando bien lo que dirás y sin afán de herir la susceptibilidad de la parte
receptora. A nadie nos gusta que nos digan nuestros errores, pero siempre es
necesario para poder corregirlos. Y como recomendación, si alguien te dice que
estás haciendo algo mal, reflexiona primero el por qué te lo dijo antes de
juzgarlo, no somos perfectos e infortunadamente a las personas que nos rodean
les cuesta decirnos cuando actuamos de forma incorrecta por miedo a nuestra
reacción.
A. R.
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